viernes, 10 de diciembre de 2010

Extra de un cumpleaños

Deseo felicitar a mi compañera ya que hoy es su cumpleaños. Le e escrito una historia que tiene MUCHA imaginacion sobre lo que nos pasara dentro de tres meses xD es sobre nuestra banda de musica favorita, se que le gusta así que esto es para ti Revenge que sepas que te quiero muchisimo, ahí va el cap.

5 de Marzo

El murmullo estridente de las miles de personas que esperaban con impaciencia a las puertas del edificio, resonaban estrepitosamente en mis oídos, llevábamos horas esperando y el cielo había cambiado a un color opaco. La ilusión que nos cautivaba en un principio, había sido sustituida por una desesperación impaciente.
-¡Estoy harta de esperar!
El grito de Laura me sobresaltó, y no solo a mí, sino que muchas personas de nuestro alrededor habían dado un respingo, algo exagerado, y buscaban con interés el origen de aquel sobresalto, Laura, por su parte, no parecía avergonzada, al contrario, suspiraba satisfecha de sí misma entretanto Paula lanzaba una mirada asesina a las niñas que susurraban y nos señalaban.
-Yo también-Murmuré algo cohibida-pero no podemos hacer nada, habrá ocurrido algo.
-¡Tres meses esperando y nos hacen esperar aun más! - Bramó Paula, las mismas niñas de antes enmudecieron - Y para colmo, los chicos no vienen y yo necesito ir al baño.
-Yo también – Coincidí.
En cuestión de minutos, aparecieron dos siluetas a lo lejos que se dirigían hacia nosotras con parsimonia, ambos venían riendo.
-¡Ya era hora! – Les reprochó Paula – Llevamos esperándoos casi media hora, ¿Dónde os habíais metido?
-Perdón – Se disculpó Javi entretanto besaba mi mejilla – Nos perdimos.
-Ya – ironizó Laura – seguro que Frank y Gerard también se han perdido al ir al baño y por eso el concierto todavía no ha empezado.
-Tú no sabes como es este sitio – Se defendió Jonay, pero enmudeció al ver la mirada de reproche de su novia Paula.
-Bueno, ahora nos toca perdernos a nosotras así que guardad el sitio y no os mováis.
Dejándoles con la palabra en la boca, las tres abandonamos el lugar en el que habíamos estado durante las últimas horas, y comenzamos a buscar los aseos… durante mucho tiempo.
-Admítelo, nos hemos perdido – dije con rotundidad.
-No nos hemos perdido – Negó Laura con terquedad – Simplemente no sabemos dónde estamos.
 Las tres nos miramos y reímos escandalosamente, aunque muchas veces estuvimos en situaciones algo comprometidas como ahora, nunca dejábamos de sonreír, así teníamos unos instantes de distracción e ignorábamos la realidad que se cernía sobre nosotras.
-No lo entiendo – Dijo de ponto Laura mirando a ambos lados – Hemos encontrado muy rápido los baños en cambio para llegar de nuevo al lugar donde estábamos, nos perdemos, no lo entiendo – Repitió.
-Yo sí –Asintió Paula – Es culpa de Damaris y mía por hacerte caso.
De pronto, una música surgió del interior del edificio.
-¿Ya ha empezado? –preguntó con horror Laura.
-Quizás solo sean las pruebas de sonido-Argumenté no muy segura de lo que decía.
-Rápido tenemos que volver a la fila.
Las tres echamos a correr, pero no pudimos encontrar ninguna aglomeración de personas que esperaran al concierto.
-Mirad – Dijo de pronto Paula, en un momento que paramos a tomar aire – Por allí hay una puerta.
En efecto, en uno de los extremos del edificio había una puerta blanca que habría pasado desapercibida si no fuera por una luz que la iluminaba vagamente. La empujé esperando encontrarla cerrada y para mi asombro, estaba abierta. Ahogando un grito de emoción, Laura entró sigilosamente entretanto Paula y yo la seguíamos con discreción. Entramos en un largo pasillo muy iluminado de paredes blancas, parecía un hospital,  en las paredes había innumerables puertas, también blancas. Un murmullo amortiguado, como de cientos de personas reunidas en una habitación muy pequeña, se percibía a lo lejos. Avanzamos en silencio, de vez en cuando empujábamos alguna que otra puerta, pero todas estaban cerradas, hasta llegar a una de un color cobrizo con una estrella en la parte alta, Paula la empujó y se abrió con un chirrido. La habitación era muy amplia, las paredes eran de un rosa chicle y estaban cubiertas por grandes espejos con lo que parecían bombillas que los rodeaban. Po toda la sala habían esparcidos puff’s de distintos colores y una gran mesa en el centro llena de bebidas y snacks.
-Estamos… - Empezó a decir Paula.
-Sí – Asentí  intentando controlarme para no gritar.
-En el camerino… - Concluyó Laura temblando.
Las tres nos miramos y chillamos, olvidando que estábamos en un lugar prohibido y que en cualquier momento nos podían descubrir, y en efecto, segundos después, la puerta del camerino se abrió y tras ella aparecieron dos personas muy conocidas.
-You are doing here?Una voz sonó a nuestras espaldas. Delante de nosotras estaban los mismísimos Frank Iero y Gerard Way, mirándonos con perplejidad. Sentí como Laura y Paula se daban la vuelta lentamente y sus cuerpos se volvían rígidos. Con el rabillo del ojo pude ver el estado de mis dos amigas: Laura estaba más pálida de lo normal, que ya es decir, y sus manos temblaban ligeramente, Paula también temblaba y su cara era de un rojo brillante, se podía percibir el calor emanando de su piel, sin embargo, sus ojos distantes, eran de emoción.-You are doing here? – Volvió a preguntar Frank.
Laura tomó aire antes de contestar:
-
I be... I... I am lost...
Los chicos se miraron y comenzaron a reír sin disimulo, Laura enrojeció hasta las orejas y agachó la cabeza, muy avergonzada.
-Perdón, perdón no nos reímos de ti –Dijo Gerard, en español, al ver la reacción de Laura- Simplemente nos ha hecho gracia tu acento… “ingles”– y ambos volvieron a reír.
-Pues, ¿sabes? Yo no tengo la culpa de…
-Nos hemos perdido – Dije rápidamente, Laura me lanzó una mirada asesina.
Frank y Gerard dejaron de reír y escrutaron mi rostro con la mirada. Al sentir sus ojos fijos en mí, comencé a sentir mucho calor.
-¿Por dónde habéis entrado?- Preguntó Gerard.
Pude leer claramente de los labios de Laura las palabras: ¿esto es un interrogatorio? Pero no se atrevió a decir nada, permaneció callada como yo, así que Paula tomó la iniciativa.
-Por la puerta que hay al final del pasillo – Su voz temblaba – Nos perdimos y escuchamos música del interior, pensamos que el concierto había empezado así que entramos a la desesperada.
Dijo todo aquello muy rápido y se comió muchas letras, así que imaginé que ellos no habrían llegado a asimilar sus palabras, pero ambos sonrieron.
-Sí, sí, lo hemos entendido – Dijo dulcemente Frank, cosa que nos hizo suspirar a las tres -
¿Queréis venir?Todas asentimos vigorosamente, sin comprender muy bien sus palabras. Así fue como los cinco emprendimos el viaje a través de aquel infinito corredor, Paula, Laura y yo, seguimos a los chicos, algo rezagadas, hasta el final del pasadizo y nos detuvimos al llegar al lugar en donde estaban los restantes componentes del grupo, que nos miraron con interés y asombro. Frank y Gerard hablaron con ellos, en ingles, mientras asentían con la cabeza. Al acabar, Gerard nos dijo, abriendo una puerta negra que había delante de nosotras:
-Bienvenidas al concierto de…  ¡¡¡MY CHEMICAL ROMANCE!!!
Las luces se encendieron y mostraron un gran escenario repleto de instrumentos y amplificadores, también había una gran pista en donde miles de personas  gritaban a pleno pulmón rogando al grupo que tocara.
Fue una noche inolvidable, los chicos estuvieron impresionantes, tocaron como nunca y el público no cesaba de aclamarles, estuvieron un buen rato intentando despedirse. Al finalizar el concierto nos arrastraron a los camerinos, donde celebramos por todo lo alto. Laura Hablaba con Gerard en  un inglés poco fluido y Paula reía con los demás miembros del grupo entretanto comían snacks. De repente, Frank me llevó a un rincón de la sala y me habló en un susurro:
-¿Sabes?, esta noche ha sido muy especial – Murmuró en mi oído – Quiero darte esto – Me entregó  su guitarra blanca, la misma que había utilizado en el concierto.
-¿Cómo? – Titubeé algo confusa - ¿Tu guitarra? Yo… yo no puedo…
Frank Besó mi mejilla con ternura y me sonrió, no pude mediar palabra, en realidad, no pude mover ni un solo músculo, el lugar donde me había besado ardía. Frank me arrastro donde estaban los demás y comenzaron a animarme poco a poco, pero no pude apartar los sentimientos de emoción que me embargaban en aquel instante.
-…maris… ¡Damaris! –Gritó Laura.
Abrí los ojos de repente y comprendí que estaba tumbada en el suelo, pues Paula y Laura me miraban desde un arriba.
-Ya era hora mujer – La voz de Paula intentaba parecer despreocupada, pero la inquietud que se reflejaba en sus ojos, la delataba.
-Acaba el concierto y te duermes mientras esperamos que nos vengan a buscar – Laura no intentaba disimular, al contrario, me zarandeaba constantemente con nerviosismo.
-Lo siento – Dije algo decepcionada – Es que estaba cansada.
Las chicas parecieron tranquilizarse con aquellas palabras, así que las tres esperamos pacientemente a que nos recogieran. Finalmente llegó nuestro medio de transporte, al entrar al coche, reparé en que una gran bolsa negra ocupaba mi sitio, al cogerla, la madre de Paula comentó:
-Un chico la ha dejado ahí para ti, Damaris.
Había una breve nota pegada con celo en la bolsa, decía lo siguiente:

“Querida Damaris:
Te la habías olvidado.
Con cariño:
                    Frank”


Es un poco largo, me a costado mucho escribirlo en 2 dias T.T por eso no esta muy bien trabajado, es mas, ni me lo e leido jejeje, bueno que espero que les guste.


                                            De: Withe Rose (Laura)
                                            Para: Revenge (Damaris)