sábado, 18 de junio de 2011

Frerard I Cap. 5

Aquí les traemos el capítulo 5, esperamos que les guste y que lo comenten :)



Cap. 5

[Frank]

Gerard me miró, en su rostro se veía claramente lo mucho que le habían dolido mis palabras, aquello hizo latir mi corazón con fuerza pero no tenía la intención de disculparme. De repente me soltó, pues momentos antes me había agarrado por los hombros, y salió de la casa a paso ligero. Me quedé unos instantes observando la puerta por la que acababa de marcharse con un sentimiento extraño, hasta que oí a Reggie levantarse del suelo y corrí a ayudarle.
-¿Estás bien? – Le pregunté con preocupación al ver la sangre proveniente de su nariz.
-Estoy bien no te preocupes, solo es una pequeña hemorragia – Dijo limpiándose con una toallita húmeda.
Lo acompañé hasta el sofá donde se sentó e inclinó la cabeza hacia delante para intentar detener el sangrado, después de un tiempo, se irguió y me miró con semblante serio.
-Frank – Empezó – No te habrás creído lo que dijo Gerard, ¿verdad?
Aquella pregunta me desconcertó durante unos instantes.
-No, claro que no – Respondí – Además, fue él quien me dijo que aquél ogro que vi en las fotos era mi mujer.
-No es cierto – Negó Reggie tajante – El intentaba separarnos – Le miré con asombro – Frank, yo soy tu pareja.
Se está quedando conmigo” Pensé.
-Es mentira – Reggie Negó con la cabeza – Ya no sé qué creer, me cuesta admitir que esté saliendo con un hombre.
-Si no crees mis palabras, te lo demostraré con tu cuerpo - Sin previo aviso, se abalanzó sobre mí, y para mi sorpresa, levantó el bajo de mi pantalón dejando ver uno de mis innumerables tatuajes, en el que se podía leer claramente el nombre: “Reggie”.
-Es cierto – Susurré.
-¿Lo entiendes ahora? – Cada vez, se acercaba más a mí – Gerard solo quería separarte de mí, yo te quiero, Frank.
Y me besó.
Fue el beso más horrible que me habían dado hasta el momento, y todos ellos habían sido por hombres, pero la sensación era totalmente distinta, con Gerard, me había sentido relajado, feliz, pero con Reggie, todo lo contrario: Apestaba a tabaco y alcohol barato, así que me moví como pude debajo de él para intentar escapar.
-¡Apártate! – Le grité, el hizo caso omiso a mi exigencia y comenzó a desnudarme con agresividad.
Entre el forcejeo conseguí escabullirme y corrí hacia la entrada, desgraciadamente consiguió atraparme en la cocina. Ignorando mis suplicas, me colocó sobre la encimera, acabó de desnudarme y entretanto me agarraba las muñecas con sus manos, me penetró con fuerza. Fue horrible, muy doloroso, todo lleno de sangre, no podía detener mis lagrimas, me dolía la espalda por la postura, y sentía mi cabeza dar vueltas, no podía oír nada hasta que sentí que Reegie se detenía y miraba hacia atrás, le imité y vi a una persona de pie mirándonos horrorizada, a sus pies habían bolsas de viaje, la reconocí porque no era la primera vez que la veía.
-¿Qué estáis haciendo? – preguntó Jamia.


lunes, 16 de mayo de 2011

Frerard I Cap. 4

De nuevo volvemos a ausentarnos, mil disculpas, sepan perdonarnos, pero aquí tenemos el capitulo 4! Esperemos que les guste ^^


Cap. 4
-¿Qué crees que estas haciendo? – La escandalosa voz de Mikey se podría oír perfectamente desde el segundo piso.
- Lo sé Mikey, lo siento.
-Sí, lo sientes, lo sientes, ¿pero no te arrepientes verdad? – Se me estaba empezando a dormir el brazo que sujetaba el teléfono – ¿Qué crees que hubiera pasado si se pierde?
-¡Nos habría hecho un favor! – Gritó desde el baño Lyn-z.
-Agradece que Reggie andaba por la zona – Mikey ignoró el comentario de Lindsey, que se había escuchado claramente - por si no lo sabes, ha perdido la memoria y podría haber acabado en cualquier sitio.
-Mikey, ya te he dicho que lo siento – Mi voz sonó afligida – debes pensar que esto está siendo tan duro para mí como para Frank – él no respondió - perdí la compostura durante un tiempo pero no volverá a pasar - Silencio – Te lo aseguro.
Mikey se tomó su tiempo para contestarme, sabía que estaba tras el teléfono porque oía su respiración, así que esperé pacientemente su respuesta.
-Está bien, supongo que no tiene importancia - Dijo finalmente – de todas maneras, Reggie se ocupará de Frank – Aquello me horrorizó.
-¡Me niego! – Grité – ¡Ese degenerado es capaz de hacerle cualquier cosa!
-No creo que le haga nada peor que las fantasías que pasan por tu mente – Puntualizó Mikey – Gee, él se ha ofrecido amablemente, no todas las personas de tu alrededor piensan en tener sexo con Frank, además, a él le ha parecido bien – mi corazón se detuvo durante unos instantes – Mira Gerard, lo mejor que puedes hacer es olvidarte de tu relación con Frank y disfrutar de tu matrimonio con Lindsey.
¡¿Con ESO?!” – Pensé.
-¿Y donde se supone que está ahora Frank? – Pregunté.
-En casa de Reggie, pero Gerard eso…
Colgué el teléfono y agarré mi abrigo entretanto buscaba las llaves del coche.
-¿Donde te crees que vas Gerard Way? – Oí una voz a mis espaldas.
Al darme la vuelta vi a lo que parecía ser mi esposa con un quilo de maquillaje en el rostro y vestida con una tela semitransparente que no dejaba paso a la imaginación, ¿para eso había pasado las últimas tres horas encerrada en el cuarto de baño?
-Voy a salir un rato.
-Si claro, y yo me he vestido así para ir al supermercado – ironizó ella – Ven aquí, acompáñame a la camita tigretón, que vamos a jugar un ratito.
Aquello me resultó empalagoso incluso a mí.
-Lo siento cariño, pero de verdad tengo mucha prisa – Me acerqué a ella y besé su mejilla, o más bien, su maquillaje – Cuando vuelva, ¿sí?
-¡No! – Agarró mi brazo y me empujó hacia el sofá - Vas a ver al enano de Frank, ¿verdad? Le prefieres antes que a mí, ¿verdad? – Y acto seguido comenzó a llorar.
Ya empezábamos con el berrinche diario, siempre encontraba algún que otro pretexto para salirse con la suya.
-Cariño sabes que no es eso – Comencé, acariciándole el cabello – Sabes que él me necesita en estos momentos tan difíciles y… - Lloró aun con más fuerza – Esta bien, pero solo una vez, que nos conocemos.

Lindsey detuvo su llanto fingido, se abalanzó sobre mí y comenzó a desnudarme con fiereza. Suspiré y la imité, aquello no conllevó un gran esfuerzo por mi parte, ya que la prenda de ropa que llevaba no tenía muchas complicaciones.

[…]

Ya en el coche, coloqué en la disquetera el último CD de My Chemical Romance, y acompañado por la canción “Na na na”, me dirigí rápidamente a la casa de Reggie. Al llegar, aporreé la puerta con fuerza, y me abrió el propio Reggie, que sonreía con satisfacción.
-¡Oh! Pero si es el mismísimo Gerard Way, pasa, pasa, estás en tu casa.
Entré y escruté la habitación en busca de Frank, no estaba allí.
-¿Dónde está, Reggie?
-¿Te refieres a Frankie?, está descansando en el dormitorio, hemos tenido una tarde muy ajetreada – Su sonrisa se pronunció aún más al ver mi expresión.
-No juegues conmigo – Le advertí – Ni que se te pase por la cabeza hacerle nada a Frank si no quieres salir mal parado – le amenacé, agarrándole por el cuello de la camisa.
-¿Tenemos visita?
Me giré y vi a Frank, vestido con un delantal rosa lleno de pomposos volantes sobre su ropa casual, al verme, enrojeció hasta las orejas y miró sus manos entrelazadas.
-Vaya Frankie, mira quien ha venido.
Frank me miró y le lanzó a Reggie una mirada de súplica, pero antes de que este pudiera decir nada, le solté y me dirigí hacia Frank.
-¿Por qué demonios has decidido venir con él? – Pregunté con irritación.
-Tu… ¿tú qué crees? – Tartamudeó Frank.
-Pues para que lo sepas, aquello no era nada nuevo para ti – Estaba empezando a sacarme de quicio – La verdad, lo hemos hecho mil veces antes, incluso hemos llegado más lejos que eso.
-Pero… - Comenzó Frank con asombro – pero tú me dijiste… aquella mujer era mi…
-¡Amantes Frank, somos a-m-a-n-t-e-s! – No podía controlar la voz, estaba empezando a gritar.
-Gerard, cállate, ¿vale? – Reggie, el cual no había intervenido en toda la conversación, habló entonces.
En toda respuesta, le propiné un puñetazo en el rostro, haciéndole sangrar por la nariz, Frank se abalanzó sobre mí e intentó detenerme, al sentir su cuerpo contra el mío, volví a la realidad, le agarré de los hombros y lo volteé hacia mí.
-Volvamos a casa Frank.
-¡No! – Frank intentó soltarse.
Le callé con un beso, no obstante Frank me apartó de un empujón.
-¡Vete! – Gritó – ¡No quiero verte nunca más, me da igual lo que digas, no creo que me haya podido enamorar de alguien como tú!
Aquello fue la gota que colmó el vaso, dolido, salí de aquella casa y puse rumbo a mi hogar, decidido a olvidar a Frank… para siempre.

Comenten :3

White Rose & Revenge

martes, 8 de marzo de 2011

Frerard I Cap. 3

Des de Enero que no actualizamos O.O que fuerte xD y hemos de decir que tenemos 12 capitulos escritos xD intentaremos ser mas puntuales jajaja aqui está la continuacion del Frerard:

Cap. 3
Al cabo de una semana exactamente, como predijo el doctor, Frank salió del hospital, con los días, me había cogido más confianza, la suficiente para aceptar vivir conmigo hasta que volviera Jamia, a lo que al principio se negaba rotundamente. Todo aquello debía de ser muy duro para él, pero más doloroso resultaba para mí, que la persona más importante de tu vida se olvide de ti de la mañana a la noche y acto seguido te trate como un completo desconocido, cualquiera sufriría una conmoción, pero debía de ser fuerte, porque aun quedaba una pequeña esperanza para que todo volviera a la normalidad.
-Esta… ¿esta es mi casa? – Preguntó Frank con asombro.
-En efecto, aquí vives tú.
Frank entró lentamente, la casa estaba totalmente desordenada, peor que mi dormitorio, había ropa por todas partes, CDs esparcidos por el suelo y una capa de polvo acumulada en los muebles.
-Ponte cómodo – Dije, a toda respuesta Frank me lanzó una mirada de sarcasmo.
Llevé sus cosas al dormitorio de la segunda planta y al bajar le vi sentado en el sofá con su querida guitarra blanca en los brazos, la sujetaba torpemente e intentaba tocar sus cuerdas al compás de una melodía.  Sonriendo me senté a su lado y coloqué sus dedos de la forma correcta.
-La estás sujetando mal – Dije con paciencia.
-Lo intento pero esto es muy difícil – Se quejó Frank.
 Me acerqué a él para arrebatarle la guitarra y me encontré a unos pocos centímetros de su rostro, podía observar perfectamente sus ojos color avellana, podía seguir la curva línea de sus labios, podía sentir su aliento… Frank me miraba embelesado y ligeramente ruborizado, cerró los ojos y yo acerqué mis labios a los suyos, ambos nos fundimos en un beso, solo duró unos segundos, los segundos más hermosos que había tenido desde nuestro último encuentro romántico…
-Yo… - Tartamudeó Frank – Yo… lo siento yo…
Frank se levantó del sofá i se paseó por la casa escrutando cada rincón y comentando algo de vez en cuando, hasta llegar a unas fotos situadas en una repisa.
-Gerard – Dijo Frank mirando las fotos  - ¿Quién es esta mujer? Es bastante fea.
Aquello fue algo que no esperaba, incluso lágrimas cayeron a causa de la risa.
-Esa… Esa… - Empecé con dificultad – es... tu mujer.
Frank me miró horrorizado y siguió paseándose por la estancia preguntándome cualquier cosa que le llamara la atención y no lograra comprender, al cabo de un rato Frank pasó por mi lado y capté un olorcillo algo desagradable.
-Frank, ¿qué tal una ducha? – Propuse.
Frank asintió y ambos nos dirigimos al cuarto de baño, en el brazo escayolado de Frank até una bolsa de plástico que serviría de impermeable.
-No es necesario que te duches conmigo – Dijo Frank.
-¿Y cómo te lavarás sino?
-Pues no te quites la ropa.
-Ya que estamos, me ducho yo también.
Frank me lanzó una mirada envenenada, pero no encontró ninguna otra queja, ya que ambos éramos hombres no debíamos tener vergüenza. Dos hombres que minutos antes habían compartido un beso.
Entramos en la ducha y empecé a enjabonarme, Frank tenía algunas dificultades pero se negaba a dejarse enjabonar por mí, finalmente se rindió y me permitió limpiar su cuerpo con la condición de no tocar según qué zonas. Comencé por su espalda, y bajé hasta su trasero, Frank se sobresaltó, ¿recordaría todas aquellas noches de placer?
Seguí por la parte delantera, la esponja había quedado olvidada y mis manos eran el único método para lavarle. Acaricié sus tetillas, las pellizqué hasta que se volvieron de un color rojo, Frank respiraba agitadamente pero no protestaba, bajé mis manos hasta su vientre y allí acaricié aquel tatuaje, aquel maravilloso tatuaje que nos representaba. Frank suspiró sacándome de mi ensimismamiento, me relamí los labios antes de bajar por completo y acariciar su miembro, Frank, lejos de todo disimulo, soltó un pequeño gritito al compás del movimiento desenfrenado de sus caderas. Yo también comencé a excitarme y me rocé contra Frank que jadeaba incontrolablemente, finalmente, ambos llegamos al clímax i nos derrumbamos sobre el frío suelo de baldosas, Frank tardó un poco en reaccionar, pero al hacerlo, no fue algo precisamente romántico y sensible, al contrario, me miró con repulsión y salió del baño a toda prisa, le oí vestirse y salir de la casa con un portazo, dejándome desnudo sobre el frío suelo del baño.

Comenten ¿Sí? ^.^

                                White Rose & Revenge

                                                              

viernes, 14 de enero de 2011

Frerard I Cap. 2

Lo primero que queremos hacer es agradecer a todos los seguidores del fic y que nos comentan, muchas gracias. Este capítulo va dedicado a todo@s, disfrutad con el cap :)





Cap. 2

Llevaba esperando en el pasillo unas cuantas horas, el sol se ocultaba tras las montañas, el silencio y la oscuridad se apoderaban lentamente del hospital dándole una apariencia lúgubre. Súbitamente, oí unos pasos apresurados y voces estrepitosas que se dirigían hacia el lugar en donde yo me encontraba. Restándole importancia, oculté mi rostro con las manos e intenté alejar de mi mente todo pensamiento de Frank.
-¿Gerard? – Preguntó una voz masculina.
Al levantar el rostro vi a mi propio hermano, Mikey, a su mujer Alicia y a Reegie, el batería de nuestro grupo, los tres me observaban con aflicción.
-Sentimos llegar tarde – Mikey se sentó a mi lado – Tuvimos algunos problemas, ¿cómo está?
-No lo sé – Dije apesadumbrado – No he podido verle, el doctor me dijo que tendrían los resultados en una hora aproximadamente, y llevo aquí desde las…
-Desde las 3 de la tarde, ya lo sabemos – Dijo Alicia con fingida impaciencia – Nos llamaron desde la recepción del hospital para pedirnos que te viniéramos a buscar – Bromeó.
Mikey le lanzó una mirada furtiva, suspiré.
-Mira Gee, no le des más vueltas - Dijo Reggie, apoyando su mano en mi hombro – Seguro que solo se ha golpeado la cabeza y dentro de unos días le tendremos dando guerra como de costumbre – Sonrió – Lo peor que le puede haber pasado es haber perdido un par de centímetros por el golpe.
Le devolví la sonrisa sin mucho ánimo, rezando por que las palabras de Reggie no fueran en vano. De repente, el doctor apareció tras la puerta, me levanté rápidamente, haciendo que los demás se sobresaltase, y me acerqué a él con anhelo.
-¿Cómo está Frank? – Le pregunté jadeando.
-Sr… Way ¿cierto?
-Sí, soy yo, ¿Cómo está Frank? – Volví a preguntar.
-Tranquilícese, hombre, pase a mi despacho, allí estaremos más tranquilos – Dijo al percatarse de la presencia de Mikey i los demás.
Asentí con nerviosismo y seguí al viejo doctor, que me dirigió hacia una pequeña habitación que sin duda era su despacho, con una apariencia tan vieja como la de él.
-Bueno Sr. Way, he de decirle que el Sr. Iero se encuentra en perfectas condiciones – me erguí – Sin contar el brazo en cabestrillo y las dos costillas rotas, no sufre de ninguna otra lesión.
Sonreí satisfecho y me desplomé en la silla más cercana, pero aquel sentimiento no se prolongó mucho más tiempo, pues el temor que me había torturado durante horas volvió a aparecer.
-Doctor… antes, cuando entré a la habitación de Frank, él… él no me reconoció.
El viejo tomó aire antes de contestar.
-En efecto, el Sr. Iero parece haber perdido la memoria – Tras aquellas palabras, sentí que mi ánimo se derrumbaba – Puede haber sido por el accidente o por algo psicológico, no lo vemos claro, lo que si sabemos – Alzó la voz al ver que quería interrumpirle – es que es temporal – Concluyó.
-Temporal – Dije – Eso quiere decir… ¿que recuperará la memoria? – El doctor asintió – ¿Y cuanto tiempo se necesita?
-Eso no podemos saberlo, pueden ser horas, días, semanas o incluso años, todo depende del mismo Sr. Iero, solo podemos esperar.
Agradecí su ayuda y salí de la sala donde los demás me esperaban con impaciencia, les conté todo lo que me había dicho el doctor y los tres me miraron estupefactos.
-Entonces… - Comenzó Alicia asimilando mis palabras – ¿no se acuerda de nosotros? – negué con la cabeza.
-¿Sabes cuando le darán el alta? – Preguntó Reggie con interés, su reacción me desconcertó.
-El doctor dijo que en una semana más o menos.
-Pues eso es un problema – Saltó de repente Alicia – Jamia no viene hasta dentro de un mes y no creo que pueda cuidarse él solo.
-Eso no es inconveniente – Dijo Reggie – Yo puedo ir a su casa y cuidarle, no me molesta, no tengo nada mejor que hacer de todas maneras – Me lanzó una mirada significativa, estaba empezando a molestarme su comportamiento.
-De eso nada – Negué alzando la voz – Si alguien tiene que cuidar a Frank ese voy a ser yo – Mis palabras finalizaron la conversación.
Me dirigí a la habitación de Frank con paso seguro, aun sabiendo que sus ojos me mirarían como a un extraño, que ya no me sonreiría como lo hacía normalmente, y lo más importante, que me habría dejado de querer. 



White Rose & Revenge

martes, 11 de enero de 2011

Frerard I Cap. 1

Queridos amigos, segidores, he de comunicarles que a causa de sus nulos comentarios y animos, no estamos inspiradas y escribimos muy poco o nada :(
para no desanimarnos hemos decidido volver a escribir una historia FRERARD que según la opinion de nuestros lectores, es la más leida por el momento.
Aqui va el primer capitulo, disfrutenlo ;)




Cap. 1
…Subí las escaleras con pasmosa rapidez. Corrí con dificultad abriéndome paso a través de numerosas personas que obstaculizaban el lugar. Las escaleras parecían no tener fin, decidí que aquel sería el camino más corto hacia el último piso, pues el ascensor estaría abarrotado de visitantes y pacientes. Ya estaba llegando, los últimos escalones y llegaría a la planta donde él estaba…
Horas antes…
[Sonido del teléfono]
-¿Diga?

-Sí Mikey, soy yo.

-¡¿CÓMO?! ¡¿QUE HA OCURRIDO QUÉ?!

-Sí… ¿Dónde se encuentra ahora?

Sin mediar palabra, colgué el teléfono bruscamente. Sentí la voz de Lindsay a lo lejos pero no la escuchaba, en mi mente solo aparecía Frank. Sin abrigo alguno, agarré las llaves del coche y salí de casa casi a la carrera, ya en él, arranqué violentamente y me dirigí hacia el hospital de New Jersey, no podía alejar de mi cabeza las palabras de Mikey:
Gerard… Frank ha tenido un accidente… ahora mismo está siendo atendido en el hospital de New Jersey… por favor no hagas ninguna locura…”-Ninguna locura – Reí entre dientes – No sería la primera vez.
Aceleré, aun si me multaban por exceso de velocidad debía de llegar al hospital lo más rápido posible, confirmar que Frank (que MI Frank) estaba bien. Aparqué de mala manera y me apresuré hacia información, me indicaron que Frank estaba en la novena planta, habitación 906.
-“Ultima planta – Pensé – genial Frankie, Incluso hospitalizado sigues dando problemas”.
Pasé frente el ascensor que permanecía atestado de personas y opté por las escaleras…

… Ya estaba llegando, los últimos escalones y llegaría a la planta donde él estaba, corrí por los pasillos, las enfermeras me lanzaban miradas de reproche y muchas de ellas intentaban llamarme la atención, pero ninguna consiguió detenerme.
-903… 904… -Contaba a medida que dejaba atrás las habitaciones – 905… ¡906!, aquí es.
Abrí la puerta de par en par, la habitación era espaciosa e individual, era muy luminosa y habían muchas maquinas alrededor de una cama en donde reposaba Frank. Me acerqué con cuidado, temblando ligeramente, Frank permanecía con los ojos cerrados, innumerables conductos le rodeaban y en su rostro había una mascarilla de oxigeno, estaba muy pálido y el sudor brillaba sobre su piel.
-Frank – Susurré, y acaricié una de sus mejillas – Frankie, ¿Te encuentras bien?
Él abrió sus ojos con lentitud y me miró con aturdimiento, la mascarilla amortiguaba su voz pero sus palabras se entendieron perfectamente:
-¿Quién… eres?


Avisamos todo el rollo de que esta historia puede tener contenido explicito y es recomendable para personas mayores de 18 años etc. etc. pero quien lo lea esperamos que lo disfrute ;)                                 White Rose & Revenge

viernes, 10 de diciembre de 2010

Extra de un cumpleaños

Deseo felicitar a mi compañera ya que hoy es su cumpleaños. Le e escrito una historia que tiene MUCHA imaginacion sobre lo que nos pasara dentro de tres meses xD es sobre nuestra banda de musica favorita, se que le gusta así que esto es para ti Revenge que sepas que te quiero muchisimo, ahí va el cap.

5 de Marzo

El murmullo estridente de las miles de personas que esperaban con impaciencia a las puertas del edificio, resonaban estrepitosamente en mis oídos, llevábamos horas esperando y el cielo había cambiado a un color opaco. La ilusión que nos cautivaba en un principio, había sido sustituida por una desesperación impaciente.
-¡Estoy harta de esperar!
El grito de Laura me sobresaltó, y no solo a mí, sino que muchas personas de nuestro alrededor habían dado un respingo, algo exagerado, y buscaban con interés el origen de aquel sobresalto, Laura, por su parte, no parecía avergonzada, al contrario, suspiraba satisfecha de sí misma entretanto Paula lanzaba una mirada asesina a las niñas que susurraban y nos señalaban.
-Yo también-Murmuré algo cohibida-pero no podemos hacer nada, habrá ocurrido algo.
-¡Tres meses esperando y nos hacen esperar aun más! - Bramó Paula, las mismas niñas de antes enmudecieron - Y para colmo, los chicos no vienen y yo necesito ir al baño.
-Yo también – Coincidí.
En cuestión de minutos, aparecieron dos siluetas a lo lejos que se dirigían hacia nosotras con parsimonia, ambos venían riendo.
-¡Ya era hora! – Les reprochó Paula – Llevamos esperándoos casi media hora, ¿Dónde os habíais metido?
-Perdón – Se disculpó Javi entretanto besaba mi mejilla – Nos perdimos.
-Ya – ironizó Laura – seguro que Frank y Gerard también se han perdido al ir al baño y por eso el concierto todavía no ha empezado.
-Tú no sabes como es este sitio – Se defendió Jonay, pero enmudeció al ver la mirada de reproche de su novia Paula.
-Bueno, ahora nos toca perdernos a nosotras así que guardad el sitio y no os mováis.
Dejándoles con la palabra en la boca, las tres abandonamos el lugar en el que habíamos estado durante las últimas horas, y comenzamos a buscar los aseos… durante mucho tiempo.
-Admítelo, nos hemos perdido – dije con rotundidad.
-No nos hemos perdido – Negó Laura con terquedad – Simplemente no sabemos dónde estamos.
 Las tres nos miramos y reímos escandalosamente, aunque muchas veces estuvimos en situaciones algo comprometidas como ahora, nunca dejábamos de sonreír, así teníamos unos instantes de distracción e ignorábamos la realidad que se cernía sobre nosotras.
-No lo entiendo – Dijo de ponto Laura mirando a ambos lados – Hemos encontrado muy rápido los baños en cambio para llegar de nuevo al lugar donde estábamos, nos perdemos, no lo entiendo – Repitió.
-Yo sí –Asintió Paula – Es culpa de Damaris y mía por hacerte caso.
De pronto, una música surgió del interior del edificio.
-¿Ya ha empezado? –preguntó con horror Laura.
-Quizás solo sean las pruebas de sonido-Argumenté no muy segura de lo que decía.
-Rápido tenemos que volver a la fila.
Las tres echamos a correr, pero no pudimos encontrar ninguna aglomeración de personas que esperaran al concierto.
-Mirad – Dijo de pronto Paula, en un momento que paramos a tomar aire – Por allí hay una puerta.
En efecto, en uno de los extremos del edificio había una puerta blanca que habría pasado desapercibida si no fuera por una luz que la iluminaba vagamente. La empujé esperando encontrarla cerrada y para mi asombro, estaba abierta. Ahogando un grito de emoción, Laura entró sigilosamente entretanto Paula y yo la seguíamos con discreción. Entramos en un largo pasillo muy iluminado de paredes blancas, parecía un hospital,  en las paredes había innumerables puertas, también blancas. Un murmullo amortiguado, como de cientos de personas reunidas en una habitación muy pequeña, se percibía a lo lejos. Avanzamos en silencio, de vez en cuando empujábamos alguna que otra puerta, pero todas estaban cerradas, hasta llegar a una de un color cobrizo con una estrella en la parte alta, Paula la empujó y se abrió con un chirrido. La habitación era muy amplia, las paredes eran de un rosa chicle y estaban cubiertas por grandes espejos con lo que parecían bombillas que los rodeaban. Po toda la sala habían esparcidos puff’s de distintos colores y una gran mesa en el centro llena de bebidas y snacks.
-Estamos… - Empezó a decir Paula.
-Sí – Asentí  intentando controlarme para no gritar.
-En el camerino… - Concluyó Laura temblando.
Las tres nos miramos y chillamos, olvidando que estábamos en un lugar prohibido y que en cualquier momento nos podían descubrir, y en efecto, segundos después, la puerta del camerino se abrió y tras ella aparecieron dos personas muy conocidas.
-You are doing here?Una voz sonó a nuestras espaldas. Delante de nosotras estaban los mismísimos Frank Iero y Gerard Way, mirándonos con perplejidad. Sentí como Laura y Paula se daban la vuelta lentamente y sus cuerpos se volvían rígidos. Con el rabillo del ojo pude ver el estado de mis dos amigas: Laura estaba más pálida de lo normal, que ya es decir, y sus manos temblaban ligeramente, Paula también temblaba y su cara era de un rojo brillante, se podía percibir el calor emanando de su piel, sin embargo, sus ojos distantes, eran de emoción.-You are doing here? – Volvió a preguntar Frank.
Laura tomó aire antes de contestar:
-
I be... I... I am lost...
Los chicos se miraron y comenzaron a reír sin disimulo, Laura enrojeció hasta las orejas y agachó la cabeza, muy avergonzada.
-Perdón, perdón no nos reímos de ti –Dijo Gerard, en español, al ver la reacción de Laura- Simplemente nos ha hecho gracia tu acento… “ingles”– y ambos volvieron a reír.
-Pues, ¿sabes? Yo no tengo la culpa de…
-Nos hemos perdido – Dije rápidamente, Laura me lanzó una mirada asesina.
Frank y Gerard dejaron de reír y escrutaron mi rostro con la mirada. Al sentir sus ojos fijos en mí, comencé a sentir mucho calor.
-¿Por dónde habéis entrado?- Preguntó Gerard.
Pude leer claramente de los labios de Laura las palabras: ¿esto es un interrogatorio? Pero no se atrevió a decir nada, permaneció callada como yo, así que Paula tomó la iniciativa.
-Por la puerta que hay al final del pasillo – Su voz temblaba – Nos perdimos y escuchamos música del interior, pensamos que el concierto había empezado así que entramos a la desesperada.
Dijo todo aquello muy rápido y se comió muchas letras, así que imaginé que ellos no habrían llegado a asimilar sus palabras, pero ambos sonrieron.
-Sí, sí, lo hemos entendido – Dijo dulcemente Frank, cosa que nos hizo suspirar a las tres -
¿Queréis venir?Todas asentimos vigorosamente, sin comprender muy bien sus palabras. Así fue como los cinco emprendimos el viaje a través de aquel infinito corredor, Paula, Laura y yo, seguimos a los chicos, algo rezagadas, hasta el final del pasadizo y nos detuvimos al llegar al lugar en donde estaban los restantes componentes del grupo, que nos miraron con interés y asombro. Frank y Gerard hablaron con ellos, en ingles, mientras asentían con la cabeza. Al acabar, Gerard nos dijo, abriendo una puerta negra que había delante de nosotras:
-Bienvenidas al concierto de…  ¡¡¡MY CHEMICAL ROMANCE!!!
Las luces se encendieron y mostraron un gran escenario repleto de instrumentos y amplificadores, también había una gran pista en donde miles de personas  gritaban a pleno pulmón rogando al grupo que tocara.
Fue una noche inolvidable, los chicos estuvieron impresionantes, tocaron como nunca y el público no cesaba de aclamarles, estuvieron un buen rato intentando despedirse. Al finalizar el concierto nos arrastraron a los camerinos, donde celebramos por todo lo alto. Laura Hablaba con Gerard en  un inglés poco fluido y Paula reía con los demás miembros del grupo entretanto comían snacks. De repente, Frank me llevó a un rincón de la sala y me habló en un susurro:
-¿Sabes?, esta noche ha sido muy especial – Murmuró en mi oído – Quiero darte esto – Me entregó  su guitarra blanca, la misma que había utilizado en el concierto.
-¿Cómo? – Titubeé algo confusa - ¿Tu guitarra? Yo… yo no puedo…
Frank Besó mi mejilla con ternura y me sonrió, no pude mediar palabra, en realidad, no pude mover ni un solo músculo, el lugar donde me había besado ardía. Frank me arrastro donde estaban los demás y comenzaron a animarme poco a poco, pero no pude apartar los sentimientos de emoción que me embargaban en aquel instante.
-…maris… ¡Damaris! –Gritó Laura.
Abrí los ojos de repente y comprendí que estaba tumbada en el suelo, pues Paula y Laura me miraban desde un arriba.
-Ya era hora mujer – La voz de Paula intentaba parecer despreocupada, pero la inquietud que se reflejaba en sus ojos, la delataba.
-Acaba el concierto y te duermes mientras esperamos que nos vengan a buscar – Laura no intentaba disimular, al contrario, me zarandeaba constantemente con nerviosismo.
-Lo siento – Dije algo decepcionada – Es que estaba cansada.
Las chicas parecieron tranquilizarse con aquellas palabras, así que las tres esperamos pacientemente a que nos recogieran. Finalmente llegó nuestro medio de transporte, al entrar al coche, reparé en que una gran bolsa negra ocupaba mi sitio, al cogerla, la madre de Paula comentó:
-Un chico la ha dejado ahí para ti, Damaris.
Había una breve nota pegada con celo en la bolsa, decía lo siguiente:

“Querida Damaris:
Te la habías olvidado.
Con cariño:
                    Frank”


Es un poco largo, me a costado mucho escribirlo en 2 dias T.T por eso no esta muy bien trabajado, es mas, ni me lo e leido jejeje, bueno que espero que les guste.


                                            De: Withe Rose (Laura)
                                            Para: Revenge (Damaris)

martes, 30 de noviembre de 2010

Corto núm. 3: Soledad

Queridos y queridas lectores/as empedernidos, me complace anunciarles que colgamos una pequeña historia relacionada con (el titulo ya lo dice) la soledad, esperamos que se identifiquen con el protagonista y nos den su opinion jejeje deseamos que les guste:

Soledad
El atardecer aparece, a través de las montañas, que arden en un mar de llamas carmesí, entretanto el sol se oculta lentamente, dando paso a la oscuridad. El movimiento de la ciudad sigue su curso sin detenerse, el rugir de los coches y el hablar de las personas aún resuenan en el silencio atronador de la vida. Camino lentamente, persiguiendo algo que no existe, algo no material que deseo conseguir…
El sol desciende definitivamente, hasta que la noche se apodera del día, dejando el único resplandor de la luna y las estrellas, que alumbran débilmente el camino de las personas que continúan deambulando por las calles de una ciudad sumida en las sombras del anochecer.
Caminando sin rumbo llego a un parque cercano, habitado simplemente por unos columpios  solitarios que se mecen dulcemente al compás del viento, el lugar permanece lóbrego, sin ningún rastro de claridad por los alrededores. Decido sentarme en uno de ellos y descansar unos instantes, las casas más próximas a mí, permanecen cerradas, no obstante, se puede distinguir una tenue luz en su interior. Suspiro con pesar y dirijo la mirada al cielo, donde también se divisan débiles señales de luz. Alargo el brazo hacia el cielo para tocar una de ellas y sentir su calor, pero están demasiado altas y no puedo alcanzarlas.
La noche se vuelve cada vez más fría, y el movimiento se detiene, todo queda en silencio y las luces de las casas se apagan súbitamente, la ciudad queda en penumbra, y vuelve la soledad. Camino hacia mi destino sin poder evitarlo, sin saber a dónde voy…
Las nubes se acercan con sigilo y cubren el cielo entretanto dejan caer gotas de lluvia que se mezclan con mis lagrimas, rozan mi pelo y humedecen la tierra. Llego a un arroyo cercano donde habitualmente residen muchos peces, pero no hay nada, simplemente las gotas de lluvia que repiquetean sobre el agua, impidiendo así poder ver el interior. Tomando una decisión precipitada, decido seguir el camino del riachuelo, pues él me llevará hacia su propio final.
Las nubes desaparecen con sigilo y el cielo se aclara lentamente, las estrellas se desvanecen una por una y la luna pierde su brillo, entretanto el sol comienza a teñir las olas del mar de un color escarlata, la ciudad resurge y el silencio desaparece para dar paso a la monótona vida de los habitantes que habitan la ciudad, el rugir de los coches y el hablar de las personas resuenan por todos los lugares, entretanto el amanecer aparece a través del mar. Miro el sol que me calienta y sonrío con satisfacción, pues no he encontrado aquello que buscaba pero aún quedan muchas noches para seguir el camino que he trazado, el camino que me llevará hasta mi propio amanecer…  

¿Continuará?

Esperemos que les haya gustado y tal y comente porfavor!!! solo asi no nos volveremos a ir y abandonar el blog!!

                                White Rose & Revenge